jueves, 23 de diciembre de 2021

MÁS SOBRE ALIMENTACIÓN Y TEA

El trastorno del espectro autista (TEA) es un desorden que afecta al neurodesarrollo. Las características de este desorden se evidencian a partir de los 12 meses de edad. La gravedad del trastorno se define a partir del deterior de la comunicación social. Además los patrones de comportamiento que presentan, así como las actividades y sus intereses restringidos y repetitivos, son algunas de sus características. Los factores de riesgo pueden ser tanto ambientales, como genéticos y fisiológicos. Selectividad alimentaria en personas con TEA Los problemas conductuales propios del TEA juegan un papel importante en sus hábitos alimentarios. Sus preferencias alimenticias pueden verse condicionadas. Las dificultades relacionadas con la alimentación incluyen problemas de conducta como las rabietas, lanzar alimentos o levantarse de la mesa durante la comida. Sin duda, la característica más común es la selectividad alimentaria. La selectividad alimentaria es un problema bastante común entre los niños con trastorno del espectro autista (TEA). Esto puede ser muy angustiante para madres, padres y cuidadores. Este término se utiliza para referirse a la comida rechazada, la escasa variedad de alimentos que quieren o las ingesta restrictiva de alimentos habituales. La selección de los alimentos se basará en su composición nutricional y/o aspectos sensoriales. Las personas con TEA tienen un mayor riesgo de ingerir nutrientes de manera inadecuada. ¿Cómo debemos actuar? Hay que tener en cuenta que estas dificultades de alimentación, pueden tener una causa puramente médica. Hay que descartar esta posibilidad antes de empezar con el programa de intervención. Yo descubrí que mi hijo tiene una pequeña alergia a la albúmina de huevo y a la proteína de leche de vaca que le ocasionan dolores de barriga y diarrea y tuvo intolerancia al gluten no celíaca que hizo que tuviéramos que retirárselo durante una año para que dejara de padecer estreñimiento crónico y se deshinchara su barriguita. La selectividad alimentaria debe ser tratada desde un punto de vista conductual. PRIMER PASO: - Realizar un historial de alimentación en el que se detallen diferentes aspectos: su relación con la alimentación desde el principio, alimentos preferidos, conocer al detalle sus hábitos alimenticios, etc. Además es importante conocer el contexto del niño o niña, recopilar información sobre el ambiente que le rodea. Todo esto nos servirá para conocer el origen de su comportamiento de rechazo y poder plantear un programa para paliar su selectividad alimenticia. Algunos consejos - Es importante mantener un horario diario de comida, evitando comer entre horas. - Limitar entre las comidas el acceso de los niños a líquidos y refrigerios. - Introducir alimentos poco a poco. Generalmente es mejor empezar por alimentos que le gusten o que anteriormente hayan comido. Además, estos nuevos alimentos deben tener texturas y sabores parecidos a los que actualmente coma. - Empezar por pequeñas cantidades. Además se recomienda empezar con puré natural o alimentos suaves. - A medida que vaya asimilando estos nuevos alimentos, hay que avanzar de manera sistemática y gradual. - Encontrar aquello que motive a estas personas, será muy importante. Si se implantan sistemas de recompensa, hay que cambiarlos periódicamente para mantener su efectividad. Además hay que ser consciente que lo que funciona en una persona, puede no funcionar en otras. MAS ESTRATEGIAS ¿Cómo podemos trabajar la ingesta de alimentos saludables de una forma dinámica y divertida? La fruta y la verdura son alimentos que en ocasiones son rechazados por el niño, por lo que esta estrategia ayuda a conseguir una ingesta adecuada, favoreciendo un sentimiento de éxito cada vez que el niño logra los pasos implicados y una motivación mayor al conseguir una recompensa gratificante. Como podéis ver en el DESCARGABLE de este artículo, consta de una estrategia fácil de utilizar, además de ser dinámica y muy visual para los más pequeños, y que ayuda a favorecer la alimentación en niños con autismo. A continuación, os mostraremos como poder utilizar este DESCARGABLE de la manera más eficaz posible para ayudar a la alimentación en niños con autismo. En primer lugar, describimos los objetivos o fases que el niño tiene que seguir y consecuentemente lograr, para la ingesta del alimento: Fase de aproximación. Es la primera fase y una de las más importantes. Cuando el niño rechaza completamente un alimento es necesario que empiece con la manipulación libre, reduciendo así el rechazo o el miedo que le genera tocarlo. Cuando el niño logra esto, irá poco a poco aproximando el alimento a la zona orofacial, acercando y tocando partes de la cara como son las mejillas y los labios. Es importante que esta acción sea llevada a cabo por el niño de manera activa y se puede realizar como un juego donde nuestra participación sea de referencia para él. Un besito. Esta es la segunda fase. Consta en darle un besito a la fruta o verdura, así como a cualquier alimento que se pretende conseguir ingerir. Lamer. En esta fase, el niño tocará con su lengua la fruta o verdura que queremos que ingiera. Así conocerá el sabor del alimento presentado y podrá empezar a acostumbrar al organismo sobre cada nuevo sabor. Mordisquito. Esta es la última fase donde el niño dará pequeños mordisquitos a la fruta o verdura presentada. Se hará muy poco a poco y de trocitos muy pequeños a más grandes, según la evolución de cada niño. En segundo lugar, se mostrará la recompensa. Es algo que ayuda a motivar al niño a realizar la actividad. En la tabla se pueden ver unas palomitas, pero también podemos adaptar esta recompensa al gusto del niño utilizando otros elementos como el chocolate, una «chuche» o cualquier cosa que considere agradable. Esta actividad se llevará a cabo todos los días de la semana, y se colocaran caritas sonrientes cada vez que el niño logre o consiga uno de los objetivos. Fomentar la ingesta de estos alimentos es difícil y requiere de mucha paciencia, por lo que cada pasito conseguido es un éxito para nosotros, pero sobre todo para el niño. Es muy importante el refuerzo positivo en la alimentación en niños con autismo por cada acercamiento o paso que complete. La recompensa se dará según vosotros lo consideréis. Una opción sería ofrecerla por cada paso conseguido, pero a medida que le sea más fácil realizar la tarea, se alejará, ofreciendo la recompensa una vez logrados todos los objetivos. Como hemos comentado en anteriores artículos, los apoyos visuales favorecen el aprendizaje y la adquisición de una rutina. Este tipo de apoyo ayuda a los niños a comprender una orden y a llevarla a cabo, teniendo en cuenta la importancia que esto conlleva. Nunca está de más probar cosas nuevas. ¡Buena suerte y manos a la obra!

ALIMENTACIÓN Y TEA

Hola aquí os dejo una guía básica para los trastornos de la alimentación de nuestros niños publicada por Autismo Sevilla. Espero que os sea útil